LIMPIEZA INTESTINAL DRA. CLARK. FORTE.
NOTA. Si ya ha hecho la desparasitación no tome la tintura.
Si su limpieza es de recordatorio tampoco es necesario el aceite de orégano.
Limpieza de intestino+aceite de orégano+ Tintura de nogal
DURACION. 25 dias
Ingredientes:
• Tintura de Nogal ( si no se ha hecho desparasitación antes)
• Curcuma
• Hinojo
• Enzimas digestivas
• Betaina
• Oxido de magnesio
• Lugol
• Cáscara Sagrada (laxante ligero)
EN EL DESAYUNO:
1. Beber una taza de agua caliente en el desayuno
2. 3 capsulas de curcuma
3. 3 cápsulas de Hinojo
4. 1 capsula de enzimas digestivas
5. 2 capsulas de betaína
6. 1 capsula de cáscara sagrada
7. Aceite de orégano, 5 gotas en una capsula vacía.
EN LA COMIDA:
1. 3 Capsulas de cúrcuma
2. 3 capsulas de hinojo
3. 1 capsula de enzimas digestivas
4. 2 capsulas de betaína
5. 1 capsula de óxido de magnesio
6. Aceite de orégano, 5 gotas en una capsula vacía.
EN LA CENA:
1. 3 Capsulas de cúrcuma
2. 3 capsulas de hinojo
3. 1 capsula de enzimas digestivas
4. 2 capsulas de betaina
5. 1 capsula de óxido de magnesio
6. Aceite de orégano 5 gotas en una capsula vacía.
DURANTE EL DÍA:
4 Veces al día tomar 6 gotas de Lugol en medio vaso de agua.
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Espero haberos ayudado.
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La enfermedad inflamatoria intestinal en España: problemas crecen
En la investigación médica una variedad de campos diversamente contribuir a la comprensión y, finalmente, a la solución de problemas. El papel relevante desempeñado por la epidemiología en este contexto es claro para todos nosotros. Específicamente, su contribución en el campo de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es de particular interés. ¿Por qué es esto así?
En primer lugar nos encontramos ante enfermedades cuyas causas aún no han sido establecidas. Aunque diferentes autores están revelando cada vez más la patogénesis y la patofisiología de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa de una manera elegante, que aún ignoramos que factor desencadena la cascada de eventos que conduce en ambos casos el paciente sufre de estas condiciones en su totalidad. Una controversia sobre la naturaleza de tales investigadores dividieron los factores, y todavía lo hace, a los genetistas y los ecologistas, la mayor división de esta última hasta entre aquellos que creen que los factores que determinan el desarrollo de la enfermedad son puramente inmunológico, y los que más reclaman una dieta, del medio ambiente o incluso origen microbiano. Aunque no desmerecer el importante papel desempeñado por la genética, no hay que perder de vista que el cambio, por lo general el aumento de la incidencia de estas condiciones indica claramente que un factor ambiental puede colaborar con la predisposición genética en su desarrollo. De hecho, esta es la principal contribución de la epidemiología.
En segundo lugar, la magnitud de los costos asociados con la enfermedad inflamatoria intestinal está empezando a ser entendido (1). Afortunadamente, los medicamentos utilizados en el cuidado de las personas diagnosticadas con esta enfermedad son cada vez más sofisticados, pero su costo también está aumentando. Desde la era de las terapias químicas económicos y empresariales, sus representantes más claros son los glucocorticoides y azatioprina, estamos entrando en un momento de la terapia biológica. Su costo es presumiblemente alto, a pesar de que los ahorros de otros aspectos (hospitalización, incapacidad laboral, disminución de la calidad de vida) probablemente puede compensarlo.
Por último, recordemos que estas condiciones afectan a un número creciente de personas que, además, están pasando por un momento especialmente sensible en su vida (1,2). Aproximadamente transcurrido desde la adolescencia a la primera madurez, este es un momento en que los seres humanos crecen tanto a nivel personal como social, completar su educación, se integran en grupos, desarrollar afectivamente, par-bono, tal vez se reproducen, y terminan en el complejo mundo de las relaciones laborales , en resumen, de un punto de vista de seguridad, que están creciendo en marcha las personas con una capacidad ya importante para generar riqueza. El desconocimiento del número de sujetos afectados por estas condiciones impedirá que tomemos un primer paso para cuantificar el total de los gastos indirectos presentados por esta enfermedad (1). La necesidad de datos cuantitativos adecuados también debería incluirse en este apartado, que nos permitirá evaluar la influencia de la enfermedad inflamatoria intestinal en la calidad de vida de los sujetos involucrados.
En este número de Revista Española de Enfermedades Digestivas , Rodrigo et al. (3) de manera competente y claramente discutir la incidencia de la enfermedad inflamatoria intestinal en un área de población que pueda ser considerado paradigmático para nuestros días: una zona predominantemente urbano, ciudad centrada. Su estudio cuidadoso demuestra que en esa zona, por dos años consecutivos, la tasa de incidencia ajustada por 10 habitantes entre 15 y 64 años de edad fue de 9,1 para la colitis ulcerosa (intervalo de confianza del 95%, 5-13,1) y 7,5 para la enfermedad de Crohn ( intervalo de confianza del 95%, 3.8 a 11.2). Estas tasas son superiores a los principios informó Cristina Saro y los co-autores del Estudio Asturiano -cabo de unos años antes en un área geográfica cercana (4) – y por muchos otros grupos españoles, según revela una reciente revisión sistemática y completa (5). Según este último, en España, hay que esperar que las tasas se acercan a 2 casos por año por 10 habitantes para la enfermedad de Crohn, y 4 casos anuales por 10 5 habitantes de la colitis ulcerosa, aunque los propios autores hacen hincapié en que los datos retrospectivos deben ser cuidadosamente interpretado en este y otros contextos. De hecho, las estimaciones españolas en el estudio prospectivo de las empresas europeas en la década de 1990 son algo más altos (6). La realidad actual probablemente se aclara que los informes posteriores del grupo de Asturias (7,8) muestran una mayor incidencia y, respecto de los datos prospectivos (7), las tasas de incidencia que son prácticamente idénticos a los encontrados por Rodrigo et al. (9,52 por 10 habitantes de la colitis ulcerosa y 5,95 por 10 5 habitantes para la enfermedad de Crohn).
En resumen, la incidencia de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa en otras zonas de Asturias, como ya se sabía (7,8) – y en la zona de Oviedo-tal como lo conocemos ahora (3) – se aproxima al de los países del norte de Europa. A la vista de esta convergencia europea inquietante, la misma vieja pregunta de si el aumento de las tasas de resultado de una mejor prospección (un mejor acceso de la población a los medios de diagnóstico, una mayor preocupación por la salud, etc) o del presunto factor ambiental mencionada que actúa sobre un cada vez mayor número de compatriotas surge. A este respecto, es preciso aclarar dos puntos. En primer lugar, vamos a considerar que la frecuencia de la enfermedad inflamatoria intestinal, como en todas las enfermedades, aumenta con la minuciosidad de su categoría. No hace mucho tiempo, en un estudio prospectivo casi detectivesca que incluye una encuesta puerta a puerta en todo el territorio de su área de la salud, algunos autores de la India, un país con una menor incidencia de la enfermedad inflamatoria intestinal, sorprendieron a todos con los datos de prevalencia que eran mucho mayor que los reportados previamente (9). En segundo lugar, sin embargo, también debemos afirmar que España ya no está en la etapa de transición socioeconómica que caracteriza los estudios anteriores, y que ser atendidos por un médico capaz de diagnosticar la enfermedad inflamatoria intestinal ha sido relativamente fácil para un largo tiempo (10). Nos inclinamos a pensar que se ha producido un aumento real de las tasas de enfermedad inflamatoria intestinal en España.
Otros datos igualmente interesantes se encontraron en este estudio. Tal es el caso con la proporción relativa de la enfermedad de Crohn y los casos de colitis ulcerosa, la distribución anatómica de esta última (que en gran medida las condiciones de tratamiento), y las formas de la enfermedad de Crohn que se han encontrado de acuerdo con la clasificación de Viena, que se está convirtiendo cada vez más extendido en los estudios descriptivos .
Por último, como señalan los autores, este estudio es original, ya que analiza la incidencia de la enfermedad inflamatoria intestinal en los niños. En los niños menores de 15 años de edad se encuentran con una incidencia de 5,7 por 10 5 para la enfermedad de Crohn y de 1,4 por 10 5 para la colitis ulcerosa, siempre cerca de la pubertad.Por desgracia, la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa son cada vez más común en los departamentos pediátricos. Sin duda, esto marca una tendencia a prestar especial atención a este grupo de edad dentro de los estudios epidemiológicos sobre la enfermedad inflamatoria intestinal, que otros investigadores deben necesariamente seguir en el futuro.
A. López San Román y F. Bermejo 1
Enfermedad inflamatoria intestinal. Servicio o Gastroenterology.
Hospital Ramón y Cajal. Madrid 1 Servicio de Aparato Digestivo. Hospital de Fuenlabrada. Fuenlabrada, Madrid
fuente: Revista española de enfermedades digestivas.
versión impresa: issn 1130-0108
REFERENCIAS
1. Keighley MRB, Stockbrugger RW. La enfermedad inflamatoria intestinal. Aliment Pharmacol Ther 2003; 18 (S3): 66-70.
2. Lashner BA, Kirsner B. Epidemiología de la enfermedad inflamatoria intestinal: ¿estamos aprendiendo algo nuevo? Gastroenterología 1992; 103: 696-8.
3. Rodrigo L, Riestra S, P Niño, Cadahía V, Tojo R, Fuentes, D, et al. Incidencia de la Enfermedad inflamatoria intestinal en Población en general en el área de Oviedo. Rev Esp Enferm Dig 2004; 96: 296-304.
4. Saro Gismerá C, Lacort Fernández M, Argüelles Fernández G, et al. Incidencia y prevalencia de la Enfermedad inflamatoria intestinal en Gijón (Asturias). Gastroenterol Hepatol 2000; 23: 322-7.
5. Pajares M, Gisbert P. Epidemiología de la Enfermedad inflamatoria intestinal en Espana. Una Revisión Sistemática. Rev Esp Enferm Dig 2001, 93: 9-21.
6. Shivananda S, Lennard-Jones J, Logan R, Miedo N, Price A, Carpintero L, van Blankenstein M. La incidencia de la enfermedad inflamatoria intestinal en Europa: ¿hay una diferencia entre el norte y el sur? Los resultados del Estudio Colaborativo Europeo sobre la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EC-EII). Gut 1996; 39: 690-7.
7. Saro Gismera C, Riestra Menéndez S, Sánchez Fernández R, et al. Incidencia y prevalencia en Enfermedad inflamatoria crónica intestinal. Estudio asturiano (EIICEA). España. Un Med. Interna 2003; 20 (1): 3-9.
8. Saro Gismerá C, Riestra Menéndez S, Sánchez Fernández R, et al. Epidemiología de la Enfermedad inflamatoria intestinal crónica en cinco áreas de Asturias. España. An Med Interna 2003; 20 (5): 232-8.
9. Sood A, Midha V, Sood N, Bhatia AS, Avasthi G. Incidencia y prevalencia de la colitis ulcerosa en Punjab, India del Norte. Gut 2003; 52: 1587-1590.
10. González Lara V, Pérez Calle L. Epidemiología de la Enfermedad inflamatoria intestinal en España. Rev Esp Enferm Dige 2001, 93: 1-8.
Gracias por la mención de parte del equipo!, Nos «empapamos» de todos tus post. Siempre tan interesantes! Enhorabuena por el blog.
Muchas gracias. De verdad Gracias.