Habréis oído en infinidad de ocasiones, la típica frase «eres lo que comes». En cierto modo, esa frase es correcta, lo que comes, lo que has comido hasta ahora, y lo que comerás en el futuro determinará lo que serás en cuanto a ser humano saludable.
Un ser humano saludable, es aquél, que está en equilibrio, y es aquel, que tiene su cuerpo en buen estado, y muchas cosas más. Tenga la edad que tenga.
Centrémonos hoy en darle unas vueltas a esta frase. Eres lo que comes.
El objetivo de esta frase, es hacerte saber, o más bien, recordarte, que lo que comes va a determinar con bastante probabilidad y en un gran porcentaje , las enfermedades que vas a tener, y cómo envejecerás, y de qué recursos dispondrás para defenderte de los agresores tóxicos, parasitos, virus, bacterias etc… que pueblan el mundo en el que vives.
Bien, pues una vez la frase te lo ha recordado, toca mirarse a uno mismo.
Cuando nos miramos a nosotros mismos, nos encontramos, unos con más peso, otros con menos, unos que engordan «del aire», otros, que no engordan «de ninguna manera», unos que tienen buenas digestiones, otros que no, unos que saben en qué nivel están de salud, otros que no tienen ni idea..
En fin. Cada uno somos un mundo. Podríamos poner muchísimos más símiles. Pero prefiero ir al grano.
No hay cosa que más rabia me dé que meterme a leer un artículo con un título interesante y estar un buen rato leyendo adornos que no llevan a ninguna parte o que se pueden hacer infinitos.
Bien.
Hablemos de nuestros intestinos, entonces, que son los encargados de absorber los nutrientes.
Puede ser que tú comas «bien» y que comas de todo, y sin embargo no tengas buenas digestiones, engordes por mucha dieta que hagas, tengas muchísimos gases, creas que «vas bien al baño» y puede que te estas suplementando pensando que esa es la solución a tu problema. Sepas que lo tienes o no.
Hablemos hoy del INTESTINO DELGADO. En un próximo post hablaremos del COLON.
El intestino delgado tiene como funciones principales la absorción de nutrientes y la excreción de las toxinas. El ID, no es omnipotente, ni está en condiciones optimas en todas las personas. Incluido tú. Principalmente por que pensamos, que si hemos cambiado de malos hábitos alimenticios a otros «mejores» ya todo estará bien.
Cuando el ID está sano, todos los nutrientes podrán atravesar la mucosa intestinal e incorporarse a tu caudal sanguíneo para llevarlos allá a donde se necesiten. Pero cuando está mal, ya sea por largos periodos de estrés, alimentación mala o desequilibrada, enfermedad u otros factores, la mucosa se altera. Se inflama, y es aquí donde empiezan a aparecer los problemas, cuando tóxicos, patógenos etc, consiguen atravesar esta mucosa alterada, inflamada, y pasan a la sangre todo tipo de sustancias y como he dicho, patógenos que no deberían estar allí, y que se distribuyen por todo el cuerpo llevándonos a todo tipo de enfermedades, tanto a corto como a largo plazo.
Por otro lado, una mucosa inflamada, no puede absorber los nutrientes convenientemente, y tendrás carencia de todo tipo de vitaminas y minerales, y por mucho que corrijas tu alimentación para poder hacer caso a la frase «eres lo que comes» no conseguirás nada.
Tus esfuerzos serán en vano si no haces una buena limpieza intestinal.
La Dra. Clark, fue pionera en tener esta solución a mano para tratar a sus pacientes de diferentes patologías, teniendo muy claro, que si la función intestinal no era sana, recuperar sus pacientes enfermos sería poco menos que imposible.
Estas cuestiones se obvian hoy en día demasiado habitualmente, y nuestros médicos de cabecera, suelen dar soluciones medicamentosas dirigidas a paliar los síntomas, pero no a revisar cómo está la salud intestinal.
¿Su médico le preguntó alguna vez como son sus heces?, ¿su regularidad al ir al baño?, ¿su olor y color?. Probablemente no, y sin embargo, este hecho es el principio de infinidad de problemas.
Muy bien.
Entonces, ¿quieres adelgazar?, ¿quieres mejorar de tus dolores? ¿tus digestiones? ¿sinusitis, migrañas, reumatismos, depresión, diabetes, candidisis crónicas, sindrome metabólico y un largo etcétera ?
Todo pasa por comenzar si o si, por tener la mucosa intestinal sana. saber como mantenerla y sobre todo LIMPIARLA
Veamos; imaginemos que tu cuerpo es una piscina. Una piscina con agua verde, y con las paredes llenas de hongos y suciedad. Bien, pues aunque tú le eches de repente agua limpia ( alimentos sanos) el agua, se volverá a corromper rápidamente, por que los residuos y la suciedad se han quedado pegados a las paredes, no han sido removidos de alli. ¿Lógico, no?
Para que el agua de tu piscina sea capaz de mantenerse limpia más tiempo, debes darle una buena limpieza lo primero.
Después, ya podrás ponerle el agua limpia, y preocuparte después de mantenerla, es decir, luego, la buena alimentación se absorberá perfectamente, los nutrientes podrán llegar allí donde son necesarios y hacer su función.
Y así, volverás a tener una buena microbiota intestinal, unasparedes intestinales sanas que si serán capaces hacerte ser lo que comes. Si no, claramente, sólo serás lo que seas capaz de absorber.
Un abrazo.