Hoy en día vivimos en un mundo completamente industrializado. La mayoría de los productos que nos metemos por la boca (si no llevas una alimentación cuidada) son procesados es decir, fabricados y alterados químicamente para que tengan colores o sabores agradables a la vista.

Se puede decir que comemos puro marketing.
De hecho, no sabemos hasta qué punto las grandes organizaciones controlan qué podemos tomar por la boca y qué no.
No sabemos si las grandes conspiraciones tienen razón o no la tienen.
Lo que sí que podemos hacer es leer con atención las etiquetas de las cosas que vas a tomarte.
Por ejemplo, vamos a observar una botella de Gaseosa.
Nos venden que ya no contiene azúcar y qué es un refresco apto para las personas, así que si quieres perder peso o bien eres diabético, en principio con un poquito de vino te iría de perlas.
Pues bien, vamos a mirar detenidamente la etiqueta y a fijarnos en los edulcorantes.
En esta primera fotografía puedes verlos.

E 954. Sacarina. Este lo conocemos bien, y quien más y quien menos lo odia o lo ama…hablemos del siguiente.
E-952. Ciclamato. Bien, pues el ciclamato es un edulcorante, pues bien, la Oms avala su uso sin aparentes daños a la salud en muchos países, china, Latinoamérica, Europa, Canada y Australia.
Sin embargo, en Estados Unidos su uso está prohibido desde 1970 por la FDA. Por algo será, no?
¿No os ponen un poquito nerviosos las diferentes varas de medir?
Parece ser que la ingesta diaria admisible es de 7 mg por kilo de peso corporal.
La coca-cola Zero lo tiene y lleva entre 18 y 22 mg de ciclamato por cada 100 ml…
Si fuera éste el único ingrediente que nos vamos a meter en el cuerpo al día…
el ciclamato entra y sale continuamente de las listas de aditivos prohibidos…
Pero cuantos diferentes entran en tí sin saberlo? ¿ Que pasa si los sumamos todos?
Pues ya te lo digo yo.
Poco nos pasa…
Lee las etiquetas o mejor, deja de una vez los procesados habituales.
Abrazos.
F. Vicente
Terapeuta